miércoles, 31 de enero de 2018

La herencia recibida

Hace 2 años y 92 días sufrí una de las mayores pérdidas que una persona le puede acaecer, tras una larga enfermedad mi padre fallecía rodeado de todos sus amigos y familia. Es sin duda un duro golpe que todos hemos sufrido o vamos a sufrir en algún momento de nuestras vidas, los que nos precedieron, los que nos dieron la vida tienen que terminar por marcharse antes o después. el momento de ver partir a un ser querido es duro mucho más si el que se marcha es una persona como mi padre, bueno en estado puro, persona de grandes valores del que todos (primos, hermanos, sobrinos, hijos,  vecinos y amigos ) hemos aprendido mucho. Así me lo hacía saber un vecino con el que he compartido muchos buenos momentos, "Siento mucho la pérdida de tu padre, por lo mucho que ha significado en mi vida. todo lo que he vivido junto a él y lo mucho que he aprendido a su lado desde pequeño..." me decía en un cariñoso Whatsapp que me llenaba de orgullo y servía como bálsamo en esos momentos tan triste. Y esa fue la clave en la vida de mi padre, vivió proporcionándonos a todos ayuda, experiencias, lecciones y vivencias. Era una inagotable fuente de anécdotas y acaecidos. contaba las cosas que le pasaban de una magistral manera. Y era sobre todo elocuente cuando se trataba de contar sus momentos vividos en el campo, en su Sierra de Córdoba que recorrió de pequeño y  hasta que las piernas y el corazón se lo permitieron.
Porque la naturaleza fue una de sus pasiones  que me transmitió como la mejor de las herencias (esa por la que no tengo que pagar plusvalías y me ha dejado la mayor de las riquezas) por eso a día de hoy sigue ardiendo la llama de esa pasión que él inoculó en mi con la esperanza de que me hiciera mejor persona.


Historia de un Papialbo

Quién me iba a decir que me encontraría a un tipo de los Balcanes por el entorno de Medina Azahara. Pues si, lo mismo no es raro, por allí ...